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GUÍA PARA MAMÁS
BEBÉS SANOS, BEBÉS
FELICES
Debemos
resolver los dilemas más comunes y sugerencias para que enseñes a tu hijo
nuevas habilidades y una conducta correcta.
Tú como
madre o padre eres la entrenadora, la maestra y cuidadora más importante para
él. En lugar de castigarle cuando haga algo indebido, encauza su energía para
que adquiera la destreza adecuada.
Conocer la
personalidad y temperamento de tu hijo/a te ayudará a saber que sugerencias son
las más adecuadas, también tienes que tener en cuenta tu propio estilo y tus
objetivos, ya que una misma situación se puede resolver de distintas maneras.
La época en
la que un niño se desarrolla emocional, social, física y cognitivamente con más
rapidez es la franja desde el nacimiento hasta los cuatro años así tu bebé llegará
a alcanzar la edad preescolar con una gran confianza en sí mimo gracias a tu
afectuosa forma de guiarle.
Lo que
pretendemos con estos conejos es ayudaros a resolver dudas que durante la vida
de tu hijo con frecuencia te haces.
El cuidado del bebé
Adaptarse a
la maternidad lleva tiempo. Debes conciliar tus expectativas y los sueños que
tenías sobre ella con la realidad.
El cuidado
de tu bebé en los primeros meses absorberá todo tu tiempo, durante este concentrarás
toda tu energía en conocerlo y en interpretar las señales que te envía. El
objetivo en esta etapa es la de establecer unos horarios para que tu hijo coma
y duerma de manera regular, no seas demasiado exigente contigo misma, cambia
las prioridades y adapta a tu nueva vida tareas como las domésticas, cocinar,
ejercicios físicos, leer, etc.
Analiza de
nuevo los papeles y expectativas que has asumido y puesto en tu compañero/a o
persona que te ayude en el cuidado del bebé, trabajad juntos para satisfacer
las necesidades de todos, al ocuparos los dos del bebé se reduce las
situaciones de estrés y tendréis más energía para disfrutar del nuevo ser que
ahora forma parte de vuestra vida.
El cuidado del niño de un año
Tu hijo ya
ha cumplido un año de edad. La vida familiar ha vuelto a la normalidad. Ahora
es el momento de disfrutar de las habilidades que tu pequeño está aprendiendo,
durante esta etapa se concentrará en el desarrollo de la motricidad, cada
momento del día aprovechará para perfeccionar su forma de andar, trepar y
correr, explorar objetos de forma más amplia, metérselos en la boca,
golpearlos, tirarlos, encajarlos en sus respectivas cavidades…. Te demostrará
que entiende la mayor parte de lo que le dices; disfrutara más de las salidas
al parque, a una tienda de animación, al supermercado o a un centro comercial,
le estarás permitiendo ver un montón de cosas nuevas y pensar en ellas. Al ir
contigo se sentirá seguro y mientras se aventura a explorar los lugares,
también comprobará que no te separas de él. Comenzará a comprender los límites
de su conducta sólo si se los vas mostrando con calma, coherencia y constancia.
Con forme
los meses vayan transcurriendo tu hijo intentará comunicarte unas ideas más
complejas, la frustración que le produce que tú a veces no le entiendas le hará
tener rabietas, poco a poco irá comprendiendo que es una persona distinta a ti,
esto le provocará episodios de ansiedad por separación.
Tu hijo se
volverá un poco más rebelde, utilizará palabras que aprendió para gritar “¡No!”
y “¡Es mío!”. Las rutinas harán que después de un intenso día de actividades le
proporcione seguridad.
El cuidado del niño de dos años
Los niños de
dos años dominan más el lenguaje y da la impresión de entender más cosas aunque
su mente aún sigue anclada a pensamientos concretos. Aún no tienen conciencia
del tiempo por eso si le explicas los planes de una tarde creerá que los vais a
hacer en ese mismo instante, las palabras antes, después, ayer y mañana le
confunden ya que vive en el presente así que cuando pide algo y no lo tiene en
el mismo monto no lo tranquilizará el que le expliques que se lo vas a dar más
tarde. El pensamiento concreto le impide comprender del todo unos sencillos
conceptos como el tamaño por lo que puede que le de miedo el chorro de la ducha
o que siga vertiendo agua en una taza que ya está llena.
Los niños de
dos años interpretan el lenguaje al pie de la letra por lo que puede
aterrorizar expresiones como “Te voy a comer a besos”, “Te vas a partir de
risa” o “Eres un bicho”.
Los niño de
esta edad sobrestiman sus propias habilidades porque en esta etapa de su
desarrollo empiezan a intentar independizase, de ahí que cuando salga a la
calle quiera hacerlo solo, su egocentrismo le impide comprender por qué el mundo
no acata su órdenes, se resiste a los límite y a las normas.
Los niños de
esta edad también son muy dulces, saben
que siguen necesitando mucho a su mamá. El saber que tu hijo puede
comprender y hacer te ayuda a disfrutar de esta singular etapa.